Desde el corazón de Vaca Muerta, renovamos el compromiso de siempre: ser el reflejo de la actividad hidrocarburífera de la región y un puente entre empresas y pymes.
El camino recorrido hasta acá no es solo nuestro orgullo, sino también un impulso para mirar al futuro con gran expectativa. Alcanzar un centenar de entregas de Energía Patagonia, un producto que hacemos con tanto esfuerzo y dedicación, es un sueño cumplido. Pero no lo hicimos solos. Fue el trabajo mancomunado de un equipo junto al apoyo de compañías y pymes que apuestan a invertir en nuestro medio de comunicación.
100 ediciones después, volvemos al inicio y reafirmamos nuestra misión: difundir la actividad empresaria y corporativa nacida a partir del desarrollo económico de la Patagonia norte, y del impulso de la industria Oil & Gas.
En pos de generar un producto de calidad para nuestros lectores, trabajamos en contactar y trasmitir el quehacer y los pareceres de referentes de diferentes ámbitos dentro de la industria energética. De esa manera logramos que nuestras páginas sean un espacio vivo y dinámico, en donde se encuentran desarrollos, proyectos, novedades, inauguraciones y análisis del sector.
Nuestro desafío es seguir adelante con este proyecto que enfrentó grandes desafíos, momentos de auge y también de crisis, pero Energía Patagonia supo mantenerse y crecer. Un diseño de vanguardia, impresiones de última generación y una efectiva distribución, son algunos de nuestros pilares más importantes para llegar con un producto papel de calidad y alto alcance. También decimos presente en el mundo digital, con una web que da cuenta del mismo prestigio: el de hacer periodismo asentado en la objetividad.
Como medio de comunicación también abogamos por una planificación a largo plazo para Vaca Muerta, con reglas de juego claras y libertad para el desarrollo de un entramado empresarial a la altura de la calidad de la formación. Con servicios y productos de primer nivel internacional y empresas neuquinas fuertes, en un contexto de libre mercado que les permita expandir sus horizontes más allá de la Argentina.
Gracias a nuestro rol como interlocutores entre los distintos actores de la industria, podemos visualizar con claridad la calidad y el knowhow de las pymes neuquinas. Estamos convencidos de que talento sobra y que las empresas regionales son capaces de exportar conocimientos y servicios de calidad internacional a otras cuencas hidrocarburíferas del mundo.
Para ello, es imprescindible una política de Estado a largo plazo para la Cuenca con un marco jurídico definido que ofrezca previsibilidad para los inversores y para nuestras empresas zonales. De más está decir que se hace vital solucionar temas de larga data, como el infinito déficit fiscal, el cepo al dólar, las trabas en las importaciones y los problemas de la macroeconomía del país.
Se hace menester, entonces, el acuerdo político para que Vaca Muerta sea una política pública de largo plazo, con previsibilidad y reglas claras, para que la Cuenca Neuquina sea el verdadero vector de crecimiento de nuestra nación y consigamos la auténtica soberanía energética. Una soberanía que esté lejos de los eslóganes vacíos. Una soberanía posible y palpable en el fin de la dependencia energética externa.