Su uso se ha extendido por ser de las opciones más seguras, aunque aún se registran incidentes. La formación de los operadores y el mantenimiento de los equipos es fundamental.
El uso de las plataformas de trabajos en alturas (PTA), se ha convertido en una de las opciones más seguras al momento de evaluar los métodos para la realización de estas tareas, dado que por normativa, estas máquinas deben contar con los dispositivos de seguridad y de emergencia acorde a su diseño. No obstante, se siguen registrando incidentes o accidentes en la operación de estos equipos.
Esto se puede deber a una serie de factores que podemos encontrar en su raíz: la falta de un plan de mantenimiento preventivo para evitar posibles fallas o daños a los mecanismos del equipo, la falta o la paupérrima formación, capacitación y certificación de los operadores, que podría derivar en la falta de conocimientos básicos para accionar los dispositivos de emergencia o, lo que sería más perjudicial aún, la utilización incorrecta de los mismos. Dado este posible escenario, un seguimiento y una evaluación profesional, basado en la normativa y legislación vigente de los mismos, lograría la incorporación y puesta en práctica de conocimientos y técnicas operativas que le permitirán llevar a cabo las maniobras de forma eficiente y segura.
Entre las PTA nos podemos encontrar con distintos tipos o diseños, como por ejemplo con el tipo de dispositivo de emergencia que deben contar las PTA autopropulsadas tipo Boom (pluma), que pueden ser: articuladas, telescópicas o ambas. Así se denominan ya que el operador, desde la plataforma, puede trasladarse con el equipo, cuentan en su gran mayoría con una bomba de accionamiento eléctrico como mecanismo de descenso de emergencia. El mismo se puede activar tanto de los comandos inferiores, como desde los superiores, permitiendo realizar todos los movimientos necesarios para descender al o los operadores. Otra de las PTAs, también autopropulsadas son las tipo tijera que, a diferencia de las tipo Boom, se elevan de manera vertical y en casos de emergencias, permite activar de forma manual un alivio al sistema hidráulico, logrando un descenso controlado de la plataforma, este mecanismo se activa desde la parte inferior del equipo.
Las PTA montada sobre un vehículo (hidroelevador) es otra variedad que podemos encontrar en el ámbito laboral. Esta máquina, generalmente, cuenta con una bomba hidráulica de accionamiento manual para las situaciones de emergencia, la misma se encuentra en la parte baja del equipo.
Estas opciones son, según la normativa, aplicables a cada uno de los diseños, los dispositivos o mecanismos de emergencia con los que se debería contar. Asimismo, los fabricantes de los distintos tipos de máquinas nos recomiendan, lo más arriba mencionado, como primera instancia y nos da la pauta del rescate del o los operadores, mediante un segundo equipo, conocido como rescate canasta a canasta.
Existe, como último recurso, dado la probabilidad de una falla permanente en una máquina o en algún dispositivo de emergencia, la auto evacuación del o los operadores mediante un kit evacuador.
Equipo evacuador. En primera instancia, este tipo de dispositivo se usa para auto evacuación, ya que la característica más importante es la fricción que aplica a la cuerda en un descenso, logrando una taza de 0,9 mts por segundo para 100 kg de carga.
Además, por su configuración, puede utilizarse en diversas direcciones, permitiendo el uso para rescate o evacuación.
En el caso de ser usado en auto evacuación, esta medida debiera ser tomada como última opción, pasando por: mantenimiento preventivo, nivel de formación del operario en el uso de comandos de emergencias, uso de un segundo equipo para acceso y, por último, la autoevacuación (si fuera necesario).
Debido a la criticidad de dichos equipos, el autoevacuador debiera estar protegido en su bolso de transporte y maletín de protección bajo las condiciones que indica el fabricante. Es de suma importancia mantener las condiciones de higiene para su conservación.
De ser necesaria su utilización, debe poder contar con la funcionalidad e integridad del mismo.
Para ello se deben considerar de manera previa y claramente definidos los puntos de anclaje donde se montará el dispositivo y la maniobra de conexión del o los operario/s para descenso.
Maniobra preventiva. Toda medida que pueda tomarse previo a la ocurrencia de un evento considerando las potencialidades del mismo será de mucha utilidad para acotar tiempos de respuesta y de montaje de sistemas de rescate. Por ejemplo: ubicación de conectores en puntos de anclaje.
Otra medida preventiva es la capacitación en escenarios similares con equipos evacuadores del mismo modelo y marca con el que se cuenta.
Maniobra de evacuación. El operario montará el equipo en los anclajes certificados de acuerdo al plan de evacuación pre definido en la ficha de intervención, anexa a su Plan de Rescate. Luego lanzará el bolso al vacío con el objeto de garantizar el recorrido completo de descenso sin obstáculos en la cuerda (nudos por ejemplo). A continuación, sin perder su conexión con el dispositivo anticaída, pasa a la parte externa de la canasta dándole tensión al evacuador. Poco a poco entra en zona de descenso y permite su evacuación dando control a la cuerda sin tensión a través del roce.
Es de suma importancia que se consideren las potenciales situaciones de emergencias desde la fase de planificación. Puede ocurrir que los equipos mecánicos, a pesar de estar en buenas condiciones de uso, sufran imprevistos. Es por ello que la consideración de maniobras pautadas y recomendadas por las normas internacionales es de suma efectividad en materia de preparación para la respuesta a emergencias.
CONTACTO:
CPEC (Centro Patagónico de Entrenamiento y Capacitación)
San Martin 4756, Neuquén.
299 4425182