Con fuerte foco en educación, empleo e inclusión social, apunta a contribuir al desarrollo social, económico y a una mejor calidad de vida de las comunidades donde la compañía desarrolla sus actividades.
La Fundación Pampa Energía cumplió 15 años de vida. Durante este periodo, en articulación con gobiernos locales y organizaciones de la sociedad civil, la fundación desarrolló proyectos de acompañamiento a estudiantes secundarios y universitarios, capacitaciones docentes, acciones de formación e inserción laboral para jóvenes. También actividades de inclusión social e impacto en la comunidad como refacciones, puestas en valor, campañas sociales, entre otras.
El presidente de la Fundación y de Pampa Energía, Marcelo Mindlin, aseguró que “pocas cosas nos dan tanta satisfacción como ver que un joven, a partir del trabajo de la Fundación, termina su educación, va a la universidad, se recibe y entra a trabajar en Pampa como profesional”. Y agregó: “Contribuir a la vida concreta de miles de jóvenes y acompañarlos en su desarrollo profesional nos da una inmensa felicidad”.
Solo en los últimos seis años la Fundación acompañó con becas a 3.396 estudiantes secundarios y 798 universitarios; capacitó a 14.011 docentes de niveles inicial, primario y de secundarias técnicas; y formó a más de 600 jóvenes en eficiencia energética y energías renovables. También llevó adelante acciones de empleabilidad que alcanzaron a 1680 jóvenes que realizaron prácticas profesionalizantes y 55 que hicieron prácticas profesionales supervisadas y pasantías. Además, dictó 33 cursos de oficios y 27 encuentros primer empleo e inserción laboral.
En cuanto a sus acciones de inclusión social y comunitaria realizó iniciativas en más de 30 localidades con impacto directo en 185.000 personas. Los proyectos realizados incluyen el programa de Compras Inclusivas Responsables, el acompañamiento a mujeres de la comunidad guaraní de Piquirenda y otras acciones de las que participaron más de 600 voluntarios por año.
Por su parte el director de la Fundación, Pablo Díaz, afirmó que “la fundación tiene una sensibilidad social surgida de personas que detectaron una necesidad, un problema, y que con amor y compromiso decidieron trabajar para transformar esas realidades”.
En estos 15 años de historia, impulsó más de 30 articulaciones y alianzas para el desarrollo sostenible y logró constituirse como un actor de importancia en las comunidades, generando oportunidades para jóvenes y mejorando la calidad de vida de personas que viven en ellas. El propósito de la Fundación Pampa es continuar el camino recorrido por muchos años más.