Oldelval juega un rol protagónico en el crecimiento de la cuenca. Es el responsable de un faraónico proyecto de infraestructura que necesita el país: el Plan Duplicar.
El pico del 35% de crecimiento en la producción de la cuenca en el 2021 marcó un hito a nivel mundial, pero también tuvo un impacto profundo hacia adentro. Oldelval es una de las empresas que capitalizan el envión y materializó -más rápido que lo que había planificado- “Vivaldi”, un proyecto que aumentó un 25% su capacidad de transporte hacia el Atlántico. Pero fue un objetivo que dio paso a uno mayor: el plan “Duplicar”, que apunta a un crecimiento del 100% en la capacidad de transporte hacia ese mismo nodo.
El Plan Duplicar tiene como objetivo el crecimiento en la capacidad de transporte en uno de sus tramos principales, que es el que va hacia el océano Atlántico. “Es un proyecto de 525 kilómetros de tendido de ductos que van paralelos al ducto actual y utiliza las 8 estaciones de bombeo que hoy tenemos y que se deberán 'rebumpear' -o darle más potencia-”, indicó Ricardo Hösel, CEO de Oldelval, en diálogo con Energía Patagonia.

La importancia fundamental del plan Duplicar reside en que, con la obra finalizada, la cuenca incrementará su capacidad de transporte en unos 300 mil barriles por día. Esa cifra representa entre 6 mil y 8 mil millones de dólares de exportaciones de crudo para Argentina, un alivio a la patológica falta de divisas que vive el país.
Con los nuevos ductos en pleno funcionamiento, todo el crecimiento de producción de la cuenca neuquina tendrá destino a exportación.
El camino del Plan Duplicar
Extender por 10 años la concesión de Oldelval, que finaliza en el 2027, fue un paso fundamental para lograr previsibilidad. “Nos permitió salir a vender capacidad y de esta manera asegurarnos la financiación y el transporte. Para ello firmamos contratos a 15 años en dólares con la mayoría de nuestros clientes, donde cada uno se compromete a transportar una cierta capacidad. El riesgo de transportarla o no, fue asumido por el cliente”, detalló Hösel.

Gracias a ese acuerdo, los clientes de Oldelval se comprometieron a pagar la construcción del caño que necesitan para mover su producción basándose en sus propias proyecciones de crecimiento. “En diciembre se firmaron esos contratos, ya habíamos iniciado una parte de las obras en noviembre y ahora estamos a full en esta mega obra con el Proyecto Duplicar”, agregó el CEO de la compañía.
La obra, al finalizar, alcanzaría un costo de unos 1200 millones de dólares. El 80% se financia a través de los contratos firmados con los clientes de Oldelval. El 20% restante, a través de la emisión de Obligaciones Negociables y otras herramientas financieras.
La finalización de la obra está prevista para el primer trimestre del 2025. “Entendemos que para ese momento va a permitir evacuar todo lo que la cuenca pueda crecer hasta ese entonces. Sin dudas que la Cuenca Neuquina tiene un potencial más grande que los 700 mil barriles que se puedan terminar de transportar hacia principios de 2025. De todas formas, estaremos monitoreando constantemente las necesidades del mercado y de nuestros clientes para evaluar si es necesario agregar más proyectos”, adelantó Hösel.
Oldelval cuenta con tres destinos en su sistema. “Hacia el Atlántico transportamos el 85% de toda nuestra capacidad. Después tenemos otro 10% que se traslada hacia Puesto Hernández y allí se conecta con el oleoducto Otasa que va a Chile y también se transporta el crudo hacia la refinería de Luján de Cuyo, nuestro segundo destino. El tercero es la Refinería de Plaza Huincul de YPF, el 5% restante se transporta a ese nodo”, según detalló el empresario.

Del ducto al dólar
La obra está en plena marcha. Según detalló Ricardo Hösel, existen tres frentes de trabajo abocados al tendido de ductos y uno especializado en la potencia de las estaciones de bombeo. “Todos los equipos están avanzando. Esperamos que para el primer trimestre del año que viene podamos tener una primera etapa lista para poder poner a disposición algunos barriles más de los que tenemos hoy”, adelantó.
Por la magnitud de la obra, los desafíos de ingeniería estuvieron a la orden del día, por lo que hubo que superar diversos obstáculos para concretar la conexión en algunos tramos. “Nuestro ducto pasa por debajo del Río Colorado; por debajo del arroyo Parejas y las vías, que es aún más desafiante que pasar por debajo del Colorado”, apuntó el CEO.
Sin embargo, el verdadero reto no tiene que ver con cuestiones constructivas, sino que es inherente a las dificultades que enfrenta el país para acceder a las divisas. “Existen muchos desafíos, pero el mayor de todos es conseguir los dólares para importar los insumos que este proyecto necesita para poder terminar la obra”, remarcó Hösel.

Según indicó, el proyecto tiene un 90% de materiales y de producción nacional, pero requiere de ese 10% crítico en materiales importados. “Hoy decimos que el Talón de Aquiles del proyecto es la incertidumbre que existe con los dólares. Principalmente, estamos luchando por conseguir la segunda etapa de los caños que necesitamos para esta obra y la situación del país es cada vez más difícil e incierta”.
“Sentimos el acompañamiento de la Secretaria de Energía y de todas las áreas gubernamentales, todos entienden que este es un proyecto importantísimo para, justamente, generar los dólares que el país necesita. Cada barril que podemos transportar de más, son más dólares para el país”, explicó Hösel, que debe atravesar las aguas de la discordante realidad que vive hoy la economía argentina.
Un plan para el país
Argentina está exportando unos 2 mil millones de dólares de petróleo. El impulso y el crecimiento de Vaca Muerta desde el 2021 hasta ahora permitieron autoabastecer al país de petróleo, por lo que hoy existe un saldo exportable de crudo.

“El plan Duplicar va a permitir incrementar esa capacidad entre 6 mil y 8 mil millones de dólares más. Con lo cual, para el país es un proyecto fundamental”, resaltó el CEO de Oldelval.
“Si uno lo suma al gasoducto, que en principio sustituirá importaciones, la balanza de pagos en términos de dólares de la energía cambiaría totalmente. Pasaremos de estar requiriendo dólares netos de petróleo y de gas para poder darle energía al país, a pasar a tener una exportación neta de energía que nos permita tener un ingreso de dólares netos. Digo netos porque hoy todavía el gas va a generar por un buen tiempo la necesidad de importación. Pero la exportación de petróleo lo va a ir cubriendo hasta que con la baja de la importación de petróleo y la finalización de este proyecto, Argentina pueda tener su plus de dólares el primer trimestre de 2025”.
Hacia adentro
Oldelval tuvo un crecimiento rápido en muy poco tiempo. Implicó sumar personal para hacer frente a la gran obra, que junto con el Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), será uno de los proyectos de infraestructura más grandes del país.
“Oldelval no deja de ser una pyme, digamos. Si bien tiene el apoyo y el soporte de sus accionistas que son los principales productores de crudo de la cuenca. Hoy es una combinación del know-how núcleo que tiene Oldelval, más todo el conocimiento y el músculo que hemos contratado para poder hacer frente a semejante proyecto”.

Para la compañía, “el futuro no podría ser más promisorio”. Es que el proyecto Duplicar, convive con proyectos de ampliación aguas arriba. “El proyecto duplicar implica ampliar nuestra capacidad de transporte desde la estación de bombeo de Allen hasta el Atlántico. Pero para que el crudo llegue a Allen, también hay que hacer ampliaciones aguas arriba, desde Puesto Hernández hasta Allen. Existen muchos desafíos por ese lado, sabiendo que estamos en una cuenca que no tiene límites para el crecimiento”, amplió.
“Vaca Muerta es una formación con reservas para muchísimos años. Es una cuestión de que el país, las empresas y los gremios se pongan de acuerdo para explotarlo en su máximo potencial. No hay una limitación geológica para Vaca Muerta. En la medida en que nosotros podamos seguir desarrollando proyectos de infraestructura, las empresas puedan mejorar la logística, -porque a medida que Vaca Muerta va creciendo se hace más compleja por los requerimientos de arena, equipos de perforación, terminación, fracking-, el futuro será muy promisorio”, aseguró el Gerente General.
“Siempre digo que la industria del midstream es la más aburrida de todas, porque cuando ya tenés toda la infraestructura puesta, por lo general, es un actor pasivo. Sin embargo, Oldelval está en una situación que para mí es súper desafiante. No estamos acostumbrados a tener tanto protagonismo. Vaca Muerta se dio en la Cuenca Neuquina, que es donde estamos nosotros, con lo cual es una oportunidad única para todos los que formamos parte de la empresa. Ese midstream aburrido hoy es todo lo contrario. Es un desafío increíble y todos estamos aprovechando este momento”.

“Proyectos faraónicos”
30 años después del inicio, Oldelval protagoniza uno de los momentos más desafiantes de su vida. “Nunca la empresa ha transportado tanto petróleo, ni ha tenido tantos proyectos, ni tanta gente”, subrayó Ricardo Hösel, CEO de la compañía. “Decimos que esta formación nos dio una segunda vida, porque el petróleo convencional fue declinando, y Vaca Muerta se encontraba justo donde estaba nuestro sistema”, reflexionó.
Antes la firma era una especie de actor pasivo dentro de la cadena productiva, hoy el paradigma es diferente: “Pasamos a la idea de que todo lo que se produzca en la cuenca, es todo lo que nosotros podamos transportar. O sea, en la medida en la que nosotros podamos crecer, nuestros clientes van a crecer”, analizó el empresario.
“Para nosotros es una responsabilidad totalmente distinta. No es lo mismo quedarte mirando cuánto se llena el caño, a que te miren y consulten 'cuánto caño me vas a hacer para que yo pueda transportar más'. Obviamente, los proyectos de infraestructura son faraónicos y sin duda cambiarán el futuro de los países. Nos toca ser los responsables de hacer uno de esos proyectos de infraestructura grandes que necesita el país para el transporte de petróleo”.