La relevancia de la comunicación consciente

El proceso de comunicar es inherente a la vida. No solo es parte de la vida del Ser Humano, sino también de los reinos mineral, vegetal, animal. La existencia se crea, se sostiene y se transforma, a partir del intercambio de información o mensajes. 

Se puede observar tanto en lo macrocósmico, como en lo microcósmico. En lo orgánico como en lo inorgánico, en lo individual como en lo grupal. En todas las áreas y en todos los niveles.

La comunicación adecuada es clave para la evolución, de individuos, de los proyectos, de las organizaciones y sociedades. Hace posible la transmisión de la información necesaria, para definir objetivos, diseñar procesos, coordinar tareas, tomar decisiones, enseñar y aprender.

A tener en cuenta en el proceso de comunicación

En el proceso de comunicación, podemos considerar, a los efectos de hacerlo consciente y optimizarlo, las siguientes partes:

  • Emisor. Es quien da el mensaje.
  • Receptor. Es quien recibe el mensaje.
  • Mensaje. Es la información que el emisor envía al receptor.
  • Retroalimentación. Es la respuesta en devolución del receptor, hacia el emisor.
  • Código. Es el lenguaje y símbolos, en que se brinda el mensaje y respuesta.
  • Canal. Es el medio a través del cual se emite y se recibe el mensaje.
  • Contexto. Es el entorno físico, relacional, y sociocultural en el que transcurre.
  • Ruido. Interferencias físicas, no disponibilidad emocional, prejuicios, preconceptos.

Conociendo los elementos del proceso de comunicación, se puede optimizar y acordar acerca de lo externo, como: definir el código de comunicación, cuál es el mejor canal, tener claro en qué contexto, disminuir los ruidos físicos y distracciones.

En cuanto a lo interno y subjetivo, tanto el emisor como el receptor, pueden ejercitar el autoconocimiento permanente, para disminuir el riesgo de no comprensión en el proceso. Ya que entre lo que el emisor piensa decir, quiere decir, y dice, y lo que el receptor, escucha, quiere escuchar y piensa que escuchó, hay una amplia posibilidad de confusión y no entendimiento.

Para ello, los protagonistas del proceso, en el rol de emisor, pueden reflexionar acerca de lo que quiere comunicar, con qué objetivo, a quién, cómo, cuándo. Evaluar posibles respuestas. Transmitir desde la autenticidad. Por otra parte, en el rol de receptor, intentar la escucha activa, empática, atenta, sin distracciones. Para luego poder responder a consciencia.

Comunicación consciente

La consciencia es el gran recurso, hace posible una comunicación asertiva, directa, clara, respetuosa y empática. Cuando emisor y receptor, son conscientes de lo que quieren transmitir, y se disponen a la escucha activa, el proceso de la comunicación puede transcurrir desde la verdad, bondad y belleza.


Silvina Pirola

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