Uno de los desafíos que transitamos tanto en la vida empresarial, como profesional y personal: es aprender a convivir con las polaridades. En más o en menos, todos experimentamos aspectos que pueden parecer contradictorios.
Algunos ejemplos: hay áreas de nuestra vida que resuenan con seguridad, y otras con libertad; a veces necesitamos interiorización, y en otras ocasiones extroversión.
El principio de polaridad enuncia que todo en el universo se expresa a través de dos polos, haciendo evidente la dualidad. En esencia son dos manifestaciones de igual naturaleza o categoría, diferenciándose solo por el grado. Como el calor y el frío, que son grados extremos de la temperatura.

El principio de polaridad en las empresas
En las organizaciones o vida profesional, la polaridad se puede percibir como propuestas irreconciliables, como una tensión/problema que entorpece la gestión de la misma, o incluso como opuestos excluyentes.
Algunas de las polaridades que se mencionan en este ámbito, son:
- Producción y calidad
- Crecimiento y consolidación
- Competencia y colaboración
- Conservación y transformación
- Centralización y descentralización
- Corto plazo y largo plazo
- Tradición e innovación
Clave para la expansión: gestión de las polaridades
Si consideramos que las polaridades no son un problema a resolver o mitigar, se abre el juego a la gestión e integración de las mismas. Como resultado se generará movimiento, expansión, nuevos horizontes. Con las fortalezas y oportunidades de ambos extremos, y la sucedánea, minimización de debilidades y amenazas.
Desde la mirada del yoga, las polaridades, pueden “respirarse”, tal como es necesaria cada fase de la respiración, inhalación y exhalación, de la misma manera, podemos dar lugar a un polo y al otro, de manera interactiva, rítmica, integrando los recursos de ambas.
Silvina Pirola
Teléfono: +54 9 299 504 3058
Web: www.escuelakarana.com