El proyecto CAREM es la carta fundamental para el despegue industrial del sector industrial y uno de los hitos estratégicos más importantes del desarrollo tecnológico Nacional.
En una publicación de octubre de 2021, el portal de internet “Energía On Line” anunciaba las intenciones de la Unión Europea, o al menos de varios países integrantes de la Unión, agrupados en una especie de alianza nuclear, de revisar el estatus ecológico de la Energía Nucleoeléctrica. Es así que estos países, algunos muy industrializados y dependientes de hidrocarburos generalmente importados, comienzan a moverse en esta dirección, presentando nuevamente la generación de energía nuclear como un recurso “verde”, y ambientalmente sustentable.
Luego de décadas de inversión estatal y privada en desarrollos de energías renovables, con una muy fuerte intencionalidad hacia la descarbonización del ambiente y con una franca y agresiva oposición al desarrollo nuclear, incluso promoviendo el cierre de plantas, el cambio de estrategia indicó decididamente el debilitamiento de la ola antinuclear de las últimas dos décadas, con origen en simples razones de mercado, pero también en destacados avances tecnológicos.
Se debe destacar que los datos de la IAEA (Organismo Internacional de Energía Atómica), muestran que la energía nuclear tuvo una valiosa contribución en la recuperación de la economía mundial en 2021, luego de los confinamientos del 2020. El mayor incremento en la generación de energía se presentó en Asia, donde la producción de energía nucleoeléctrica aumentó entre 10 y 20%, el incremento más importante en diez años. Los reactores nucleares de potencia suministraron 2653,1 TWh de electricidad con bajas emisiones, lo que constituye el 25% de toda la energía mundial generada con bajas emisiones.
Con los precios del gas y petróleo en alza, debido a la recuperación de actividad post pandemia, y a las nuevas condiciones geopolíticas generadas por la guerra en Ucrania, las golpeadas economías industriales, comenzaron a plantearse la posibilidad de generar energía nuclear para alcanzar los objetivos de mejora de emisiones y mejorar la propia producción energética.
Por otra parte, Rusia se ha encolumnado también disponiendo además un gran presupuesto para el desarrollo de alternativas innovadoras. Como mencionamos en la edición anterior, Francia comunicó una inversión millonaria en euros para el desarrollo y construcción seriada de pequeños reactores modulares de 170 MW para consumo interno y exportación. Suecia, acaba de anunciar que triplicará su producción nuclear en los próximos 10 años.
Argentina, es un país con tecnología nuclear, con capacidades propias y uno de los principales exportadores de radionucleidos del mundo. Aunque la falta de financiamiento para nuevas centrales constituye un freno importante al desarrollo, el proyecto CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares), sobre el cual se ha volcado el esfuerzo económico estatal, resulta una carta fundamental para el despegue industrial del sector y uno de los hitos estratégicos más importantes del desarrollo tecnológico Nacional.
En la región, la formación Vaca Muerta, cuya explotación actual moviliza la economía nacional, requiere de todo el esfuerzo de inversión privada y estatal. No obstante, creemos que debemos darnos la oportunidad de debatir al respecto, teniendo en cuenta el enorme potencial que Norpatagonia tiene en lo referente a la generación de Energía Nuclear y energía Geotérmica.
Como hemos propuesto en números anteriores, la instalación de centrales tipo CAREM a la vera de las actuales centrales hidroeléctricas, decantaría en un enorme desarrollo tecnológico e industrial en la zona, en una mejora sustancial de ingresos por regalías eléctricas, posibilidad de disponer del recurso agua para uso turístico, agrícola o forestal, y en la posibilidad de competir con ventajas en el mercado energético mundial, conservando el status de reserva verde del planeta.
Las provincias Norpatagónicas, poseedoras de la principal institución de formación de ingenieros nucleares, de la mayor planta de producción de agua pesada, de un cuantioso recurso hídrico, producción de cemento, yacimientos de uranio y una miríada de empresas de producción de conformados tubulares, tanques, accesorios y servicios; estarían en condiciones casi inmediatas de resolver una gran cantidad de requerimientos de calidad nuclear, que una central tipo CAREM requiere para su construcción.
Esta situación presenta a las provincias en una posición estratégica sin igual, de cara a la producción energética futura y al mercado internacional de reactores modulares, además de producción de mineral de uranio, producción de hidrógeno verde, desarrollo tecnológico y a una posible industrialización de su cuantiosa reserva de gas natural.
Desde nuestra humilde posición como divulgadores, presentamos esta visión con la esperanza de implantar positivamente el debate entre los habitantes de la región. A tal fin hemos creado un blog en el cual volcamos información al respecto: https://comahuenuclear.blogspot.com/