Una solución estructural que combina eficiencia, precisión y menor fisuración para obras exigentes y de gran escala.
En el mundo de la construcción actual, donde los plazos son cada vez más ajustados y las exigencias estructurales más elevadas, el hormigón postesado se presenta como una solución eficiente, durable y altamente competitiva. Esta técnica, cada vez más empleada en obras de infraestructura, edificios corporativos, centros logísticos y desarrollos urbanos de gran escala, combina innovación, precisión y ahorro, consolidándose como un aliado clave para quienes buscan construir con calidad y visión de futuro.

¿Por qué evolucionar hacia el postesado?
Desde sus primeras aplicaciones, el hormigón ha demostrado ser un material de grandes prestaciones a compresión, pero con una limitada capacidad a tracción. Esta debilidad fue superada parcialmente con la aparición del hormigón armado, que combina hormigón con armaduras pasivas de acero. Sin embargo, esta solución no elimina por completo los problemas de fisuración ni aprovecha toda la sección resistente.
Es aquí donde surge el hormigón presforzado, y dentro de él, el hormigón postesado, una técnica que incorpora cables de acero activos para generar una compresión previa en zonas críticas, optimizando el comportamiento del elemento estructural frente a cargas externas.
Hormigón postesado: ¿cómo funciona?
A diferencia del pretensado, donde los cables se tensan antes del vertido del hormigón, en el sistema postesado el tensado se realiza una vez que el hormigón ha alcanzado una resistencia mínima (generalmente el 75% de la resistencia especificada). Esto permite un mayor control del proceso y mayor flexibilidad en obra.
El efecto es inmediato: al comprimir el hormigón previamente, las tracciones inducidas por las cargas de servicio se ven neutralizadas o reducidas, evitando fisuras y mejorando significativamente la durabilidad, rigidez y desempeño estructural del conjunto.
Ventajas Estratégicas del Hormigón Postesado
Implementar esta tecnología no solo responde a una mejora técnica, sino que aporta ventajas comerciales, económicas y operativas que pueden transformar la dinámica de un proyecto.
En obras que exigen rapidez, precisión y durabilidad, el hormigón postesado se consolida como una técnica eficiente y competitiva. Su aplicación crece en grandes desarrollos urbanos, logísticos y de infraestructura, gracias a su capacidad de reducir fisuras, optimizar materiales y mejorar el desempeño estructural. A diferencia del hormigón armado tradicional, incorpora cables de acero activos que generan una compresión previa, aumentando la resistencia ante cargas externas. Este sistema no solo responde a una necesidad técnica, sino también a criterios económicos y ambientales cada vez más valorados. En la próxima edición, explicaremos en detalle cómo funciona el postesado, sus diferencias con el pretensado y qué ventajas concretas ofrece para proyectos de escala. Una guía útil para quienes buscan construir con eficiencia y visión de largo plazo.
Ing. Rodrigo G. Kloster - INGESUD SRL
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