La instalación de reactores CAREM en las centrales Hidroeléctricas de la región, podría resolver en poco tiempo la generación de un sistema de CyT, mejorar la interacción público-privada, y beneficiar a las PYMES de la disponibilidad del conocimiento generado, por simple cercanía.
Hay serias razones para pensar que nuestra región del Comahue y zona de influencia, tiene un potencial para el desarrollo tecnológico bastante alto. Algunos estudios dan cuenta de indicadores de Capacidades Tecnológicas que orientan las miradas en esa dirección.
Por ejemplo, algunos investigadores, (Jaramillo 2016, Keogan 2020) que en su búsqueda han realizado una clasificación sectorial, en función de la intensidad tecnológica de las actividades productivas, industriales y de servicio, han agrupado a las provincias en función de su especialización sectorial. Otros, como A. Niembro 2019, han logrado identificar alguna brecha importante entre regiones, dimensionada en función de la infraestructura productiva, tecnológica, fiscal, formativa, planteando una agrupación de provincias con altas capacidades, medias y bajas.

Curiosamente, Río Negro y Neuquén en su conjunto tienen una característica que las posiciona en una zona media. Allí donde la infraestructura es incipiente, los resultados son de baja intensidad tecnológica, pero la actividad productiva abre un mundo de posibilidades tecnológicas.
Es notorio el desarrollo de ciertas actividades que requieren de experiencias particulares, fundamentalmente relacionadas con las actividades extractivistas. Es también notorio, el grado de desacople entre el sistema productivo y las instituciones de Ciencia y Tecnología, especialmente las Universidades.
La ENDEI (Encuesta Nacional de Empleo e Innovación) releva información sobre los esfuerzos o las actividades de innovación realizadas por las empresas industriales y sus resultados. La versión 2018, revela que las empresas patagónicas se encuentran por debajo del promedio en términos de capacidades internas, es decir, poseen menor proporción de profesionales y menor capacidad organizativa, para realizar esfuerzos de innovación, según afirman Arza y López, 2021. No obstante, poseen una productividad laboral más elevada, posiblemente debido a su especialización en actividades extractivas, con baja intensidad del factor trabajo y mayores gastos en actividades de innovación por trabajador.
Un estudio sobre territorialidad de la ciencia de la CEPAL (2023) da cuenta de una muy baja correspondencia entre capacidades públicas de CTI y especialización productiva, en actividades agrícolas en Neuquén, pero alto en Río Negro. Inversamente, sucede con el sector servicios donde Neuquén lleva una delantera notable, en tanto los indicadores son idénticos para los sectores Industria y Minería. Esta asimetría, lejos de generar una división, ha permitido generar una mayor integración, especialmente en la región de los valles, donde las actividades se entrecruzan en cientos de lazos inter empresas de diferente naturaleza y actividad, entre ambas provincias.
Según se expresa en CEPAL (2023), Robert (2012) ha estudiado las interacciones entre las empresas localizadas en un mismo espacio geográfico y sectorial, con la base de la información del Programa Mapa Pyme. Demostrando que las empresas que conforman Sistemas Productivos y de Innovación Locales, se benefician de las externalidades generadas en ellos, mejorando positivamente su productividad. Siendo, el impacto de estas externalidades mucho mayor para las empresas que poseen mejores capacidades de absorción (Cohen y Levinthal, 1990).
En lo relativo a inversión pública y privada en Ciencia y tecnología, tenemos una gran deuda que deberemos solucionar. Y en lo referente a Recursos Humanos en CyT por provincia la diferencia es ampliamente notoria a favor de Río Negro, debemos notar además el bajo o nulo porcentaje, que aportan universidades privadas y entidades sin fines de lucro.
Este panorama primario nos muestra algunas áreas en las que debemos incentivar la acción de los estados provinciales en conjunto, coordinada y colaborativamente, en función de generar las condiciones adecuadas para el crecimiento de actividades innovadoras de origen privado y público.
Sin lugar a dudas, existe un incipiente sistema allí afuera, y una incipiente capacidad de innovación y generación de tecnología, que se evidencia en la capacidad de absorción regional, caracterizada por la existencia de universidades y empresas con interesantes capacidades innovativas. El mismo estudio de la CEPAL 2023, da cuenta también de la inversión privada asignando un 20% a Río Negro y 10% a Neuquén, en tanto la Inversión pública es de un 75% en Río Negro y un 40% en Neuquén. La Universidad pública ha realizado el mayor esfuerzo de inversión en la provincia de Neuquén.
Es importante reconocer esta situación a la hora de proponer políticas y asignar recursos para orientar decisiones de inversión públicas y privadas, revisar la política tributaria, la promoción de la innovación y la planificación de infraestructura productiva, científico tecnológica, y los servicios avanzados. De allí la importancia de organismos de promoción científica y tecnológica regionales, con capacidad de canalizar fondos y acciones de apoyo coordinadas a estas actividades y constante regeneración del sistema de CyT regional, sobre todo en épocas de restricciones presupuestarias y mayores exigencias en cuanto a la eficiencia del gasto público.
Una de las posibilidades más pragmáticas para mejorar los indicadores se relaciona con la posibilidad concreta de radicar gran número de personas altamente calificadas, investigadores y personal de CyT en la región. Con lo cual, la brecha tecnológica con la región central del País, tendería a disminuir definitivamente.
En tal sentido nuestra propuesta de intervenir directamente en el mercado de los reactores nucleares CAREM, brindando la posibilidad de instalación de los mismos en las centrales Hidroeléctricas de la región, resulta de una potencia muy alta, pues otorga sustentabilidad económica y social a la misma, permitiendo en poco tiempo resolver la generación de un sistema de CyT, mejorar la interacción público-privada, y beneficiar a las PYMES de la disponibilidad del conocimiento generado, por simple cercanía. El resto de las actividades productivas recibiría un impacto sumamente positivo en tanto el conocimiento, se volcaría decidida y naturalmente hacia ellas.
El proceso demandaría un tiempo y alguna planificación, pero sobre todo demanda acción, ya que el tiempo se agota.
Contacto:
Ing. Jorge Pistagnesi
Maestrando MCTeI-UNRN
Mail: jorgepistagnesi@hotmail.com