Sus referentes expusieron la proyección y capacidad del puerto visualizando el crecimiento de la producción oil&gas de Vaca Muerta. El desafío principal es desarrollar la logística de traslado.
Juan Linares, gerente de Desarrollo de Negocios del Puerto Bahía Blanca, habló con “Energía Patagonia” durante la Expo AOG Patagonia y detalló las inversiones que se están realizando en el sector previendo el auge de la industria petrolera.
Si bien no están relacionados directamente con la producción hidrocarburífera, son indispensables en la cadena de exportación y, por eso, están preparando sus recursos para garantizarla. “Venimos haciendo inversiones para estar listos cuando Vaca Muerta necesite del puerto. Hoy las empresas lo están usando en una menor medida, sin embargo, todos los meses crece la demanda y nosotros tenemos que estar preparados para eso”.
Actualmente, hay exportaciones de gas y crudo que salen por monoboyas y, según afirman, todos los meses aumentan y una de las herramientas que suman al desarrollo del comercio internacional es la zona franca que, si bien, no es del puerto, indefectiblemente es una opción que allí se potencia.
“Nosotros como puerto somos concesionarios de la zona franca, lo que estamos haciendo es un sector operativo y de almacenaje de material. En este sentido, vamos a trabajar seguramente muy cerca de la zona franca de Zapala, creo que ese va a ser un trabajo en conjunto y para el puerto es una herramienta muy importante”, explicó el gerente.
Los referentes del puerto comenzaron a buscar modelos a seguir para evitar que el rápido crecimiento de la industria no los encuentre sin estructuras. Por eso es que evalúan constantemente los factores políticos, sociales, comerciales y económicos del país y de Bahía Blanca.

“Nosotros fuimos hace 3 años a Houston, Texas para visitar el puerto porque pasó algo muy parecido a lo que puede pasar acá en Argentina, un crecimiento muy grande en un yacimiento similar que es el de Permian. Quisimos ver cómo manejaron ese crecimiento porque es un proceso muy rápido y grande”.
A raíz de esta experiencia es que consideran que el desarrollo vial y ferroviario es fundamental para acaparar las futuras demandas. Por su parte, el puerto potencia sus funciones más importantes, por una lado, el canal de navegación y la infraestructura portuaria, principalmente, el terreno, ya que de la infraestructura más dura se encargan los inversionistas.
“Nosotros lo que ya tenemos listo es el canal de navegación pensando en un crecimiento del 30% o 40%. Además, ya confeccionamos los estudios necesarios para, en un año y medio, poder duplicar la capacidad”, aseguró Linares.
Asimismo, el equipo portuario trabaja en las necesidades de la población bahiense para minimizar las consecuencias desfavorables de este crecimiento, en caso de que las hubiera. “En general, cuando los puertos crecen, terminan siendo rodeados por la urbe. En Bahía Blanca tenemos una amplitud de marea muy importante (3.70 mts) por lo cual te quedan siempre espacios intermareales que cuando sube la marea los tapa y cuando baja queda el barro. Esto garantiza que la ciudad nunca llegue a invadir estos espacios y viceversa”.
Enfatizando en la necesidad de trabajar en conjunto con todas las aristas que se ven interpeladas, directa o indirectamente, con este potencial económico que se avecina, el gerente aseveró: “Somos conscientes que el crecimiento que se viene es muy importante. Por esto, creo que primero hay que ir informando a la ciudad sobre cuál va a ser el crecimiento y que puedan ver con la seriedad que llevamos a cabo el trabajo”.
Por último, uno de los pasos necesarios para el mercado hidrocarburífero es la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner “porque atrás de eso vas a tener más pozos más fracturas y más requerimientos de infraestructura, más gente y más logística, el tren y el desarrollo vial tiene que estar, sino vamos a colapsar”.