Sobre las concesiones de las represas

Presentamos la segunda parte del artículo sobre las oportunidades de las represas de Río Negro y Neuquén, de cara al vencimiento de las concesiones en el 2023.


En el artículo anterior, exponíamos la necesidad de generar una propuesta que cumpla con cuatro condiciones esenciales, a la hora de pensar que hacer con el residuo de las represas hidroeléctricas, que recibirá el estado frente al vencimiento de las concesiones de las mismas. 

Debe significar explícitamente un ahorro de los escasos recursos de los contribuyentes. 

Debe permitir un manejo eficiente del recurso hídrico. 

Generar utilidades para sus gestionadores (privados, estatales o mixtos)

Generar nuevas capacidades tecnológicas, con la finalidad de recuperar las capacidades perdidas y potenciarlas para competir en los mercados internacionales.

Señalábamos además que, de las cinco opciones planteadas hasta la actualidad, ninguna cumplía con estas cuatro condiciones. En este sentido, resulta primordial que los sectores de decisión se despojen definitivamente de viejos prejuicios y rompan con las cadenas culturales que atan su imaginación y asuman decididamente la responsabilidad que implica gobernar basando el desarrollo en la economía del conocimiento, y fundamentalmente no descartar opciones poco convencionales para la región, como la Energía Geotérmica o la Nuclear.

En tal sentido, queremos hacer pública esta opción, que hemos elaborado luego de largas jornadas de complicadas discusiones técnicas, políticas y filosóficas. 

Esta reúne todas las condiciones necesarias, e implica sin dudas el aprovechamiento de las capacidades actuales adquiridas en la actividad hidrocarburífera, más adquisición de nuevas capacidades tecnológicas regionales, las cuales permitirán a la región asumir el rol de jugador global, en un área clave como lo es la Energía, pero también en otros negocios de enormes dimensiones. 

Nuestra propuesta consiste en la instalación de centrales nucleares tipo CAREM 480, (o de más potencia), a la vera de cada central Hidroeléctrica, para que genere energía de base, en tanto la Hidroeléctrica solo generaría para afrontar los picos de demanda. 

¿Ventajas? 

Permitiría estabilizar el sistema interconectado nacional, generando toda la energía de base que el país requiere. 

Permitiría gestionar con eficacia y a voluntad el recurso agua, manteniendo en su cota ideal el nivel de los lagos, de modo que se turbinaría con eficiencia máxima. 

Se aprovecharía todo el sistema instalado, y simplemente hay que conectarlas sin mayores inversiones. 

Se dotaría a la región de nuevas capacidades tecnológicas, de la mano de personal altamente calificado, relacionado con la energía Nuclear. 

Posibilidades de participar en el diseño y construcción de nuevas centrales (nucleares, geotérmicas, etc.). 

Desarrollo de otras industrias relacionadas. El desarrollo de Nuevas capacidades Industriales locales. (posibilidad de fabricar en Neuquén. Partes del reactor, la central, tuberías, turbinas, generadores, transformadores, etc.).  Se abriría así un nuevo campo laboral para las empresas regionales, que podrían proveer gran parte de los elementos constitutivos de cada central y certificarse como proveedoras en el área electronuclear.

Uso de Materia prima Local y desarrollo de valor agregado (Por ejemplo, Hormigón autocompactante de uso nuclear)

Generación de Mano de Obra local directa.

Posibilidad de Participación en los mercados globales de energía.  

Mejora de las finanzas provinciales y Nacionales. 

Fuerte Inyección de capitales en la región y fuerte ahorro nacional. 

Posibilidad de disponer de agua para regadíos controlados, forestaciones y cultivos. 

Desventajas 

1) La energía nuclear genera residuos radiactivos de larga duración.  Este punto se halla en estudio y si bien hay implicancias políticas, el desarrollo de los nuevos generadores regenerativos ya es una realidad, permitirá utilizar el 99 % del combustible, dejando un 2% de residuo de baja radioactividad y muy corto período de actividad. Con lo cual este factor quedaría reducido a una expresión mínima. 

2) Riesgo nuclear, La posibilidad de desastres nucleares del tamaño de Chernóbil o Fukushima, no existen en los reactores tipo CAREM.  Se apaga en menos de 1 segundo y es intrínsecamente seguro. 

3) La cuestión sísmica. En ese caso, serían las centrales hidroeléctricas las que podrían ocasionar efectos devastadores aguas abajo, en tanto las nucleares tendrían perfecto control de su reactor quitándolo de servicio de inmediato. Incluso, rompiéndose el reactor por fuerte sismo, no habría posibilidad de derrames radioactivos. 

Uno de los aspectos políticos más negativos tiene que ver con la geopolítica internacional, habiendo intereses extranjeros fuertemente antagónicos al desarrollo argentino, y la cercanía de Chile como posible país beligerante aliado incondicional de Inglaterra, potencia con la que mantenemos una fuerte controversia geopolítica. Factores que podrían obstaculizar intensamente las intenciones de desarrollo regional. 

4) Finalmente, la falta de financiamiento internacional podría representar un obstáculo de difícil solución. Sin embargo, una propuesta de estas características liderada por un consorcio público-privado, con el concurso de las grandes compañías energéticas del país, podría captar parte del ahorro nacional, y financiar la construcción con la venta de acciones en el mercado local e internacional, brindando posibilidades de ahorro y rentabilidad al gran público. Lo que descomprimiría además la presión sobre divisas extranjeras. 

Por último, la opinión sesgada del público en general, podría desencadenar manifestaciones adversas. Lo que vuelve primordial una campaña previa de concientización y educación, a fin de desarticular las maniobras mediáticas especulativas de los factores de poder adversos al desarrollo nacional. 

Este consorcio tendría la responsabilidad de promover además la mejora de las capacidades locales, y esto podría permitir a la región pensar en la gestión íntegramente local de centrales geotérmicas, aprovechando las capacidades adquiridas en la industria regional. 

Por otra parte, existen otros negocios importantes en los cuales la región podría tener una destacada participación, como por ejemplo el de los radioisótopos para uso medicinal e industrial. Y la exportación de tecnología nuclear ligada a las centrales tipo CAREM. 

Los actuales concesionarios, podrían también ser una parte importante de este nuevo negocio, administrando ambas centrales, participando activamente en el paquete accionario, con miras a la exportación de conocimientos de gestión de centrales tipo CAREM. 

De esta manera, tal alternativa contempla una salida elegante e integral, que solucionaría varios problemas a la vez, estableciendo las bases para un desarrollo regional potente y sustentable, basado en la generación de energías de diferentes orígenes y en la economía del conocimiento. 

En 2023 vence la concesión para la explotación de las represas.