Río Negro pisó el acelerador y fue la primera provincia en adherir al RIGI y en cumplimentar con las consultas de YPF. Buenos Aires debatiría su propia reglamentación para grandes inversiones.
Aún se debate la ubicación ideal para la planta de Gas Natural Licuado (GNL) de YPF y Petronas. La pulseada se mantiene entre la provincia de Buenos Aires y Río Negro, con Bahía Blanca y Punta Colorada como candidatas para la inversión que supera los 30 mil millones de dólares.
El presidente de YPF, Horacio Marín, puso presión a los jugadores y pidió a las provincias que adhieran al Régimen de Incentivo para las Grandes Inversiones (RIGI), que se aprobó junto a la Ley de Bases en el Congreso nacional.

El primero en hacer los deberes fue el gobernador patagónico, Alberto Weretilneck, que respondió con inmediatez al pedido de Marín de adhesión al RIGI, régimen provincial, exención de tasas municipales, permisos ambientales y garantías de los terrenos en los puertos.
Por su parte, el gobernador bonaerense Axel Kicillof amagó con una ley que creará un Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) en la provincia de Buenos Aires pero -al cierre de esta edición- no había ingresado la Legislatura bonaerense. El anuncio de un RIGI bonaerense surgió como una estrategia de Kicillof para enfriar las presiones de Marín para que la provincia adhiera al RIGI que se incluyó en la Ley Bases, algo que el gobernador boanerense rechaza de plano.
Por su parte, Weretilneck respondió la carta inmediatamente después de que la Legislatura aprobara su proyecto de ley de adhesión al RIGI, cumpliendo así con los requerimientos establecidos por YPF. Este movimiento posicionó a Río Negro como un candidato firme para la instalación de la planta de GNL, asegurando así los beneficios económicos y de desarrollo asociados con esta inversión.
Primero el RIGI
Marín había enfatizado la necesidad de cumplir con el RIGI como condición indispensable para la realización del proyecto de GNL. Con la rápida respuesta de Río Negro, la provincia busca demostrar su compromiso y disposición para recibir esta importante inversión, aprovechando el empantanado panorama político de su competidor.
Para Río Negro, la planta de GNL representa “una oportunidad significativa para la región, no solo en términos de inversión y empleo, sino también como un avance importante en la infraestructura energética del país”, manifestó el gobierno a través de un comunicado.
La decisión final ahora depende de la evaluación de YPF sobre las respuestas recibidas y la capacidad de cada provincia para cumplir con los requisitos establecidos.