Qué es el estrés financiero

Julia Alonso, asesora en planificación financiera, desarrolla las consecuencias del contexto económico y su impacto en la población.


¿De qué hablamos cuando nos referimos al estrés financiero?

Es la preocupación que existe en torno a las finanzas personales y todas las consecuencias posibles en un futuro cercano si no las podemos resolver. Mientras atravesamos un contexto de incertidumbre económica, el estrés financiero se incrementa y representa un freno en el avance hacia los objetivos.

Las principales preocupaciones financieras que existen son: no contar con ahorros para emergencias, altos niveles de endeudamiento, perseguir el manejo eficientemente del dinero, no contar con protección patrimonial y familiar, ver que pasa el tiempo y no se cumple con los objetivos a corto plazo y ni hablar de ahorrar para el futuro.

¿Quiénes se ven afectados y cuáles son sus consecuencias?

El estrés financiero afecta a todas las personas que generan ingresos, ya sean empleados,  dueños de Pymes o grandes empresas. El miedo y la incertidumbre respecto al uso del dinero y el contexto actual afecta en mayor medida a quien no tiene una planificación financiera a medida.

Dentro de la vida corporativa, las consecuencias son notables: cualquiera sea la parte de la pirámide que el colaborador ocupe, comparte necesidades que se resuelven con información, educación y asesoramiento financiero.

Para los mandos superiores, en el vértice de esta pirámide, la preocupación es cómo mantener la calidad de vida al momento de su jubilación y si el patrimonio económico alcanzado (los bienes) le será realmente rentable para su objetivo (mientras el contexto actual muestra las dificultades del mercado inmobiliario por ejemplo).

Para los mandos medios, es decir, las personas que tienen buen ingreso, pero imposibilitado para la compra de bienes durables, se preocupan por el corto mediano plazo en mayor medida, como alcanzar su primer 0 km o la casa propia, o cómo sostener su independencia económica. Y finalmente, en la base de la pirámide, sucede que el ahorro caen en cadenas, se asumen planes de ahorro inciertos, se cae en lo informal y en sistemas no regulados, se consume crédito informal,  todo a causa de la desinformación o la falta de tiempo para investigar y ocuparse conscientemente.

¿Cuáles son las señales claras que indican un padecimiento del estrés financiero?

Las señales claras de padecimiento de estrés financiero son: 

  • Problemas de salud mental y enfermedades físicas a causa de las preocupaciones económicas y malos hábitos o decisiones que empeoran el día a día.
  • La desmotivación o insatisfacción generalizada a causa de sentir menos control sobre sus oportunidades futuras.
  • Falta de concentración en las tareas asignadas, no cumplimiento de objetivos o poca participación en objetivos grupales.  

Por ello mismo, cada vez son más las empresas que se implican en contribuir  con el bienestar financiero de sus empleados. Estadísticamente, 1 de cada 3 colaboradores se desconcentran en el trabajo debido a sus preocupaciones económicas y además, 1 de cada 4 empleados y empleadas se sienten menos productivos en su trabajo.  

¿Qué rol cumplen las empresas para con sus empleados y cómo pueden ayudar a la estabilización emocional de sus trabajadores, pensando en la arista económica puntualmente? 

Las cifras que alarman, se ve claramente en la medida del síndrome de Burnout. Desde 2020, en plena pandemia de coronavirus, un 88% decía sufrir agotamiento, en 2021 era un 80% y en 2022 el 86%. Pero en este 2023 se registró el nivel más alto.

Por debajo de la Argentina se ubican Chile con el 91%; Panamá con el 83%; Ecuador con el 79%; y Perú con el 78%. En tanto, el 52% de los trabajadores afirma sentir falta de energía o cansancio extremo, hasta que el 41% experimenta "negativismo o cinismo" con relación al trabajo.

La falta de prevención de riesgos laborales y el desequilibrio entre la carga de trabajo y los recursos disponibles aumentan el estrés financiero y por consecuencia el cansancio laboral.

Lo ideal es tener una gestión activa sobre el bienestar financiero de los empleados. Brindar ayuda para que estos aprendan a gestionar su dinero y proporcionarles las herramientas y/o el asesoramiento para hacerlo, alcanzando progresivamente la estabilidad económica para satisfacer sus necesidades básicas y maximizar su nivel adquisitivo y su capacidad de ahorro.

¿Cómo afecta el contexto electoral y cuáles son las maneras de esquivar la sobreinformación y apabullamiento sobre el valor del peso y el dólar? 

El constante dolor por la sobreinformación cambiaria es absolutamente un potenciador del estrés financiero. Es cierto que donde reina la ansiedad, el miedo y la incertidumbre económica, los datos cambiantes son tentadores. 

Lo único que nos va a proteger del apabullamiento cambiario es entender individualmente la situación propia. Esto implica, tener un presupuesto real con los gastos fijos y variables, conocer las deudas en pesos y en dólares, y entender cómo nos afectan.

Cabe destacar que el riesgo cambiario afecta a personas y empresas, en distinta medida, a empleadores o jubilados, a importadores y exportadores, a cooperativas o mutuales. Para cada caso hay una estrategia específica, que se define y pule a medida, y atiende las zonas de dolor únicas para cada caso.

¿Cuáles son las herramientas que las personas y empresas pueden adoptar en este sentido, para mermar las consecuencias de este estrés?

Asesorarse y tomar las riendas de las finanzas personales es clave.

Como Asesora Profesional en Planificación Financiera, mi rol se enfoca en acompañar a las personas y empresas a definir metas y plazos, evaluar recursos vs amenazas y establecer prioridades. Entender el contexto particular de cada quien es el desafío y es donde centro mi compromiso. De los objetivos y metas que surgen de este análisis profesional, desarrollo una estrategia financiera totalmente a medida para que mi cliente pueda alcanzar lo que desee con certezas e instrumentos seguros y regulados.

Ahora bien, ¿qué postura es la que están tomando las empresas frente a esta alarma que afecta directamente el bienestar de las personas que emplea y en consecuencia a su productividad? Sin duda la Educación Financiera y poner al alcance un espacio de confianza para sus colaboradores.

¿Cómo lo llevan a cabo? Una opción son las Charlas Financieras in Company, pueden ser virtual o presencial programadas en función del capital humano que la componen, teniendo en cuenta todas las particularidades y zonas de dolor en este caso del rubro energético. Desde allí cada persona puede informarse y avanzar si así lo desea al asesoramiento individual.

La otra propuesta mucho más cercana y práctica es la definición de un espacio físico dentro de la empresa con un horario viable para que los interesados se vayan acercando a realizar su consulta.

Por

JULIA ALONSO, asesora en planificación financiera.

MAIL: julia.alonsorp@gmail.com

WHATSAPP: +5492984791738