La medida requiere de la aprobación de las dos cámaras del Congreso. Sin mayorías parlamentarias, el presidente electo deberá generar acuerdos para vender las acciones de la petrolera estatal. Horacio Marin quedaría al frente de la empresa.
No pasaron ni 24 horas de su contundente victoria electoral sobre Sergio Massa, y Javier Milei lanzó su primera bomba: el presidente electo dijo que buscará privatizar YPF, la TV Pública, Radio Nacional y Télam.
Pese a que lo había anticipado durante la campaña electoral, la noticia tuvo gran repercusión. A primeras horas del lunes -feriado postelectoral-, el libertario encabezó una gira a través de los medios de comunicación, donde ratificó su deseo de vender empresas estatales. “Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado, va a estar en las manos del sector privado”, sentenció en declaraciones radiales.
“A YPF primero la tienen que recomponer”, explicó Milei. “Desde que el señor (Axel) Kicillof decidió estatizarla, el deterioro que han hecho de la empresa en términos de resultados para que valga menos que cuando se la expropió”, opinó el presidente electo.
“Evidentemente, lo que primero que hay que hacer es recomponerla”, afirmó. “En la transición que estamos pensando en la cuestión energética, YPF y Enarsa tienen un rol. Mientras se racionalicen esas estructuras, se las pone a crear valor para que se las pueda vender de una manera muy beneficiosa para los argentinos”, señaló el libertario.
En sintonía con Milei, su principal referente energético y posible titular del área de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, había destacado que antes de poner en venta las acciones de la estatal, YPF iba a tener que atravesar un proceso de “despolitización institucional” y “revalorización” de sus unidades de negocios.
En esta línea, Milei evaluó un cambio en las tarifas energéticas. “Creemos que hay que recomponer, pero que el ajuste sea pagado por el Estado en términos de reducciones impositivas o mecanismos de rediseño de impuestos para que beneficien el flujo de fondos de compañía y para que el impacto en precio sea minimizado”, explicó.
Pero el plan de Milei debe atravesar una prueba difícil. Una de las dificultades que deberá superar para privatizar a la petrolera estatal es la ley 26.741 vigente desde mayo de 2012, que la declaró de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% del patrimonio de la empresa. La norma establece que cualquier transferencia futura de esas acciones deberá contar con el visto bueno de las dos terceras partes del Congreso.
En otras palabras, el presidente electo deberá trazar acuerdos con otras fuerzas políticas para conseguir la mayoría parlamentaria que necesita para poder vender la compañía petrolera de bandera.
En efecto, Milei gobernará al país sin mayorías en las dos cámaras, aunque, resta esperar como se reconfiguran las coaliciones políticas tras la ruptura de Juntos por el Cambio y el apoyo que recibió del expresidente Mauricio Macri tras el denominado Pacto de Acassuso.
Nuevo referente
Tras la “reorganización interna” Milei apunta a una “gestión profesionalizada” así como la revalorización de sus áreas de negocio: petróleo, combustibles, gas, generación eléctrica y energías renovables.
En primera instancia sonó fuerte el nombre de Javier Iguacel, ex titular de Vialidad y Energía durante el gobierno de Macri, aunque más tarde se desestimó esta versión. El hombre que se haría cargo de la compañía de bandera es un conocido ejecutivo de petrolero: Horacio Marin. Se trata de un ingeniero químico con una trayectoria de más de tres décadas en el sector. Es un hombre respetado en la industria que se desempeña como presidente de Tecpetrol, la petrolera del Grupo Techint.
Marin se enfrenta a desafíos importantes, como la posibilidad de que la empresa esté nuevamente involucrada en el caso en el que el Estado argentino fue condenado a pagarle USD 16.000 millones a Burford Capital por errores en la expropiación de la empresa en 2012.
Mercados
El lunes siguiente a la elección de Milei como presidente, la acción de YPF en Wall Street se disparó. Por ser feriado nacional, en Argentina no operaron los mercados ese día, pero en Estados Unidos, el papel de la petrolera pasó de USD 10,73, del viernes previo a los comicios, a USD 15,01 al final de la jornada.