Tener el carnet no es garantía de buena conducción

La aplicación de las técnicas de manejo seguro son vitales en la actualidad, y van más allá de la teoría. CPEC trabaja en preparar a los conductores para reaccionar frente a  situaciones críticas que se pueden presentar. 


Tener la licencia de conducir no es garantía de que el conductor conozca de conducción preventiva. Por el contrario, es un requisito indispensable para realizar los cursos del Programa de Conducción Preventiva que ofrece el Centro Patagónico de Entrenamiento y Capacitación modelo (CPEC) y mejorar las acciones frente al volante. 

“No estamos educados en Argentina en materia de Seguridad Vial”, subrayó el Lic. Sebastián Gómez, Gerente del CPEC, que trabaja arduamente en la educación vial y que prepara el lanzamiento de un nuevo curso. 

Indistintamente de la profesión o los quehaceres de cada uno, todos necesitamos llegar de un punto “A” un punto “B” a diario. Lo que pasa en esos recorridos muchas veces se puede prevenir y en otras ocasiones el futuro depende de la resolución inmediata de una situación  específica. En brindar herramientas a los conductores  para resolver todo tipo de situaciones trabaja el CPEC. 

“Nosotros dividimos el curso en dos partes: una fase segura de manejo, que es la que tratamos que los conductores  apliquen en todo momento, que es ir concentrado, no usar el celular, mantener la distancia de seguridad con el vehículo que va adelante, identificar una maniobra riesgosa de un conductor que viene de frente, identificar que un peatón, moto, bicicleta, animal se pueden cruzar intempestivamente aplicando percepción del riesgo. Pero ocurre que podemos distraernos, algún tercero puede cometer un error, el auto puede fallar, entonces se presenta lo que se denomina instancia o fase crítica. En nuestros cursos te enseñamos qué técnicas se aplican para resolverlas”, explicó Gómez. 

Las instancias prácticas se desarrollan todos los días manteniendo los protocolos previamente presentados a los clientes.

Puede ocurrir que ante una distracción se pise la banquina con el vehículo; o circular por la ruta y que un vehículo cercano invada el carril contrario, entrar a una elevada velocidad en una curva o que en un instante se cruce un animal en la calzada. “Cada caso implica realizar maniobras, aplicando técnicas que deben aprenderse y practicarse, apuntó. 

“Hay conceptos de física o de cómo trabaja la psiquis de la persona que la gente desconoce: Nos lleva un segundo reaccionar, y un segundo a 100 kilómetros por hora son 28 metros. O a 40 kilómetros por hora en un cruce de calle reaccionamos en 11 metros. O sea que si se cruzó una moto la choqué porque recién reaccioné, todavía no frené”, ejemplificó. 

Los cursos duran 8 horas en total. El 50% del tiempo se dedica a la teoría e incluye una evaluación. Una vez finalizada y aprobada, se hace una breve introducción a la instancia de aprendizaje y prueba práctica que determina si la persona está apta para poder resolver situaciones críticas que se realizan en un lugar seguro y amplio como lo es el Autódromo de Centenario.   

"Tenemos un porcentaje de desaprobado, el curso también sirve como un filtro para la empresa, donde se pueden identificar los conductores que tienen destreza y resuelven de los que no lo hacen,  Ihay cursos en que han desaprobado el 10% de sus asistentes”, indicó el gerente y enfatizó en la importancia de la educación vial del personal ya que “es una gran responsabilidad de la organización darle una vehículo de trabajo a un operario para que llegue al lugar”. 

El curso está abierto a cualquier persona que quiera adquirirlo. Incluso, hay empresas que lo obsequian como regalo corporativo. 


Niveles 

De las capacitaciones que se dictan en CPEC, las de conducción preventiva de flota liviana son las más masivas. Ocurre que todo trabajador que sube al yacimiento tiene que tener un curso de manejo defensivo o conducción preventiva. Incluso, la capacitación se tiene que renovar cada dos años. 

Por ello desde CPEC se desarrolló un sistema de formación distribuido en tres niveles. De esa forma al momento de realizar la renovación, el conductor además de repasar contenidos  sobre manejo seguro, puede apropiarse de conocimiento nuevo. 

El primer nivel trata de conducción preventiva en calles y rutas (pavimento). Se enseñan técnicas seguras para prevenir colisiones. Se trabaja sobre los hábitos de conducción actuales y cómo mejorarlos. Se analizan técnicas de conducción que permiten prevenir accidentes frontales, vuelcos, colisiones al adelantar otro vehículo, atropellamientos de peatones, animales, etc.  

Mientras que el segundo nivel cuenta con un repaso del nivel 1 y luego pone el énfasis en contenidos inherentes a las acciones que debe adoptar el conductor ante condiciones adversas: conducción en ripio, conducción nocturna, al amanecer o al atardecer, animales sueltos y condiciones climáticas adversas (lluvia, niebla, nieve, hielo, viento, entre otras).

Se hace principal hincapié en conducción sobre ripio, riesgos y técnicas de corrección en caso de que se pierda el control del vehículo, frenado y esquive para evadir animales u objetos que se puedan cruzar. Además se ve información sobre neumáticos y la importancia que presentan para la conducción segura. En la actividad se busca que los participantes aprendan a reconocer los riesgos potenciales de las variables citadas y bajen la probabilidad de riesgo de sufrir accidentes.

“La idea de nuestros cursos es que haya una aplicación práctica de lo visto en la teoría. En el nivel 1 la parte práctica se da en el autódromo de Centenario, sobre la pista siendo un lugar seguro y amplio permitiendo trabajar en un lugar inmejorable para estos ejercicios.  Le explicamos a la gente cómo frenar, como tomar una curva cerrada de forma segura, como evitar una colisión frontal usando la técnica de bajada a la banquina, como frenar de emergencia y esquivar en caso de que crucen animales. Buscamos poner a la persona en una situación crítica donde tiene que resolver”, describió el gerente y señaló que las prácticas del segundo nivel se realizan también en el autódromo pero en los caminos de ripio.


Lanzarán el tercer nivel 

Desde CPEC se anunció el lanzamiento de un nuevo curso de manejo. Se trata del nivel 3, que se vinculará directamente al reconocimiento de la tecnología y funciones del vehículo. 

“El Nivel 3 de Conducción sale al mercado en el mes de abril,  se muestran todos los dispositivos tecnológicos de los vehículos aplicados a la seguridad”, anunció el gerente. 

Por ejemplo, antes de adquirir un vehículo para la conducción familiar o empresarial, aparecen interrogantes sobre los dispositivos de seguridad. Esta capacitación apunta a la formación en ese sentido. 

“Un sistema ABS hoy viene con complementos electrónicos que mejoran la eficiencia de frenado del vehículo como son el sitema EBD, BAS, etc, Sistemas de tracción, tecnología en los neumáticos, sistemas complementarios como control adaptativo de carga, bloqueo en pendientes, sistema de descenso controlado, sistemas de supervisión satelital, son temas que   abordaremos en este curso. 

En esta capacitación, la instancia práctica consistirá en cambiar una cubierta, colocar una cadena, instalar redes en la caja, hacer reconocimiento de la tecnología y las funciones del vehículo en el tablero, entre otras.  


¿Para qué una evaluación psicosensorial?

Desde CPEC se recomienda a las empresas que lo primero que tienen que hacer para un puesto de conducir, es hacer una evaluación del concductor en el Gabinete Psicosensométrico. La misma brinda un perfil de funciones psicológicas involucradas y de esta manera se podrá estimar la incidencia de factores psicosensoriales en el rendimiento general del conductor. 

Esta evaluación complementa los resultados de las prácticas realizadas por los instructores y los resultados obtenidos en la práctica vivencial.

La evaluación psicosensométrica incluye específicamente la apreciación, en términos de hallazgos, de funciones como capacidad de concentración, tiempo de reacción, coordinación perceptiva-motriz, percepción témpora-espacial, coordinación viso motora, resistencia a la monotonía, tiempo de razonamiento ante un impulso, etc.

Ésta instancia de prueba permite ampliar el conocimiento del perfil que caracteriza a determinado conductor, lo cual favorece el conocimiento de las fortalezas y debilidades así como sus capacidades prácticas en general con la finalidad de procurar y favorecer la conducción preventiva.