“Hay que animarse a crear”

Guillermo Galetti es técnico, herrero, docente e inventor. En esta entrega, conoceremos en profundidad su mirada sobre la educación técnica, su enfoque pedagógico y el aporte de sus creaciones para el aula.


El artista y educador Guillermo Galetti compartió en el Espacio TEC de Energía Patagonia cómo su infancia influyó en su innovador enfoque de utilizar materiales reciclados y técnicas de herrería en la creación de sus obras didácticas y artísticas. "La idea de reutilizar materiales surgió durante mi infancia, cuando improvisaba mis juguetes con elementos descartados tanto de origen doméstico como industrial", comentó. Esta práctica, combinada con una herencia familiar en metalurgia y un entorno lleno de curiosidad y creatividad, moldeó su enfoque único.

Su motivación para desarrollar caricaturas biomecánicas y otras obras interactivas provino de su deseo de mejorar la enseñanza a través de métodos más táctiles y tridimensionales. "La riqueza y dinámica de la información que se obtiene con un modelo biomecánico físico supera a la mayoría de los simuladores virtuales", explicó. Además, destacó cómo su proceso creativo se nutre de un taller caóticamente ordenado, donde múltiples proyectos simultáneos convergen para inspirar nuevas ideas y herramientas educativas.

Aquí, la segunda entrega de la entrevista.

¿Cuáles son tus planes futuros en términos de proyectos educativos y artísticos?

Actualmente, tengo intenciones, ideas y planes, pero no proyectos. Como estandarización de mis propósitos: seguir mejorando las propuestas para las aulas y recopilar información que permita mejorar el carácter didáctico de los saberes “técnicos”. Lo que acontezca puertas afuera de la institución es impredecible, nunca se sabe quién llama a la puerta, qué nuevas fuentes de inspiración surgen, qué necesidades, qué oportunidades o que errores estamos por cometer. Conforme avanzamos en los niveles de organización de los elementos y crece la complejidad, la premeditación de los fenómenos, a la que llamamos planificación, se torna micro cíclica y hay que estar preparados para los ajustes y sorpresas, a excepción, claro, de las variables absolutas y constantes que nos marcan el rumbo. Bien puede ser un llamado a la solidaridad, una necesidad que satisfacer, un obstáculo que superar o un capricho nada más.

Como docente técnico, ¿cómo integras tus habilidades en herrería y metalurgia en el aula para enriquecer la experiencia de aprendizaje de tus estudiantes?

La integración de mis habilidades inherentes a la metalurgia es un deber. No imagino ser

responsable de la transmisión de conocimientos sin un profundo saber específico y vocación.

Una de las cosas que me gusta hacer es condicionar el contexto y las estrategias, para que el aprendizaje atraviese una simulación de la evolución o maduración tecnológica: por ejemplo, comenzar doblando láminas con las propias manos, luego improvisando puntos de apoyo, después incorporando elementos de fijación y por último con el accionamiento de las máquinas más complejas. También incentivar virtudes como la precisión en las operaciones, no por imposición conceptual y reglamentaria, sino más bien generando su necesidad: por

ejemplo, el trazado, corte, punzonado y pliegue del chasis de un pequeño autito y el centrado de sus ruedas, para que el “juguete” ruede más eficientemente (más lejos, más rápido), comprobación en carreras desde planos inclinados y comparación entre muestras más “desprolijas”, etc. La evaluación de la calidad de pestañas en competencias de flotabilidad de pequeñas embarcaciones, etc. 

De todas tus creaciones, ¿hay alguna en particular que sientas que representa mejor tu enfoque pedagógico y artístico? 

Si tengo que elegir una obra por su carácter pedagógico, optaría por los modelos biomecánicos. Distinto es si tengo que enumerar las preferencias o tendencias de la comunidad: el “remo en dulce de leche”, por ejemplo, fue bien recibido por el aspecto tradicional, folclórico y “argento” de su significado. Otros trabajos llaman la atención, quizás no por su contenido, confección o propósito, sino que porque figura del mundo del espectáculo lo replica en sus redes, ejemplo en guitarrista compartido por Slash.

¿Cuál es el mensaje principal que te gustaría transmitir a las nuevas generaciones de estudiantes de escuelas técnicas?

Creo que el mensaje está implícito en la manera que presentamos el conocimiento, si nuestra propuesta es creativa, objetiva y critica y nuestra actitud frente al grupo es motivadora, optimista y entusiasta, ya estamos dejando un mensaje muy claro. Creo que la manera en que transformamos el mundo material, los procesos, la estética y la funcionalidad resultantes constituyen un lenguaje. Esas huellas de modificación de

las cosas transmiten mensajes muy claros, el mundo de los hechos y su contemplación objetiva acarrea tal claridad en la información y comunicación, que reserva un modo benigno de incertidumbre y duda solo para los instantes previos al asombro. Cuando las cosas “hablan”, no mienten y sus verdades son de alcance universal.

¿Cómo ves el futuro de la educación técnica en Neuquén y Argentina y cuál crees que es el papel de la creatividad y la innovación en ese futuro?

Quisiera dar a conocer un punto de vista y posible explicación a los problemas de diseño de nuestro sistema educativo en cuanto a “tecnologías” nos referimos: podemos diferenciar dos grandes “errores” y sus consiguientes ramificaciones. 

El primero, impulsado quizás por la demagogia, es forzar la presencia de las altas tecnologías, más como propaganda que por su finalidad pedagógica. Como resultado, en fases tempranas del aprendizaje o en momentos sensibles de la apropiación del conocimiento, donde son determinantes las operaciones de inducción, empíricas, sensoriales y mayormente concretas, se impusieron recursos “virtuales” que inhibieron, entre otras cuestiones, componentes de índole fisiológico, neurológico y socio afectivos del aprendizaje. 

El otro desacierto es presentar la tecnología como un conjunto de herramientas sofisticadas de las que los alumnos son solo meros usuarios y no como el camino de transformaciones demandantes de un alto grado de protagonismo y en cuyas intervenciones subyace la apropiación de nuevos conocimientos. Creo que podremos ser innovadores en tanto seamos, a la vez, poseedores del mayor capital intelectual posible y autores de nuestras propias herramientas. Si delegamos las posibilidades infinitas de combinaciones de saberes y descubrimientos (creatividad) al uso pasivo, monótono y estandarizado de tecnologías de manufactura ajena (extranjera) se congelará toda potencialidad. Hay que animarse a crear y a quienes digan que ya está todo inventado: “sshh”

¿Cuál crees que es el valor de la Educación Técnica en Argentina y cómo crees que contribuyen tus proyectos al desarrollo de habilidades prácticas y creativas en los estudiantes? 

Sobre el futuro de la educación técnica (y educación en general) en Neuquén: Ante todo debo permanecer humilde y reconocer mis limitaciones, por ello, voy a opinar y proponer desde y hasta mi experiencia y formación me lo permiten.

La educación técnica es, a mi entender, un estilo de enseñanza que no debería limitarse a un conjunto de instituciones. Los valores del rigor científico, pero aun más, las premisas pedagógicas de la enseñanza empírica, deberían estar a disposición de todos los establecimientos escolares, al servicio y “rescate” de un sistema educativo cada vez menos cautivante y efectivo.

● Necesitamos construir los proyectos educativos desde el “banco de trabajo” y no al revés. Y en un aspecto más general, las propuestas didácticas deben responder a necesidades concretas y no a formulaciones y postulados administrativos fuera de contexto y palabrerío excedente.

● La honestidad en los inventarios y muestreos de la infraestructura y recursos materiales / didácticos. Si los espacios, herramientas y materiales no son los adecuados, o peor aún, brillan por su ausencia, de poco y nada sirven las kilométricas redacciones del proyecto Político Educativo.

● Participar de las metodologías de enseñanza / aprendizaje en la educación primaria. Los diagnósticos iniciales de primer año arrojan resultados alarmantes sobre los conocimientos previos del alumnado y muchas de las propuestas pedagógicas de la educación técnica, articuladas con la educación inicial y primaria, contribuirían enormemente a mejorar esta situación.

● Recopilar las experiencias prácticas concretas, sus estrategias, procesos y resultados con respecto a la apropiación del conocimiento. Después de todo, las prácticas de cada jornada constituyen la escena REAL de lo que HACEMOS.

● Disminuir la brecha existente entre las propuestas elaboradas por los funcionarios de turno y la VERDADERA implementación de esas acciones. Terminar con los “simulacros” y apariencias con las que se publicitan los presuntos logros educativos, que toman como referencia algunos establecimientos consolidados y ocultan una mayoría de situaciones inconclusas y problemáticas.